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Saturday, March 05, 2005

El egoísmo como virtud

(Ética en corto)
Continuando con sus maldades, el señor Kant coloca la moralidad (el reino de los valores) lejos del disfrutamiento de la vida. En cambio, Rand comienza con una pregunta más básica: ¿Es necesaria la ética?

Rand recurre a la Ley de Identidad para desarrollar su respuesta, es decir, en este caso recurre a estudiar la naturaleza humana. Aquí entra en conflicto con los religiosos tradicionales que defienden la 'naturaleza de pecado del hombre' (véase la Doctrina del Pecado Original, de la Iglesia Católica y aceptada por muchas otras religiones).

Nuestra naturaleza no puede ser de pecado: No somos como las hormigas, que tienen un orden social pero no pueden decidir sobre él; ni como los delfines, con inteligencia pero incapaces de desarrollar tecnología; ni como las hienas, que roban el alimento de otros animales; los leones matan a las crías de sus competidores; la viuda negra asesina al macho tras el apareamiento; en suma, hacen cosas por naturaleza y no pueden cambiar.

Al contrario de los animales, el Hombre tiene elección. Puede decidir qué hacer, cómo hacerlo, cómo vivir su vida. Esta capacidad de decisión junto al hecho de carecer de instintos (la guía de acción automática) trajo como consecuencia el desarrollo del concepto de el Bien y el Mal en nuestra especie; y la ética se hace necesaria para nuestra supervivencia. La vida nos es dada, la supervivencia no. Para sobrevivir hay que pensar.

Luego Rand coloca a la ética y la moralidad en favor de la búsqueda de la felicidad y no al revés. Sí, ya se que a muchas personas esto les parece obvio. Pero se sorprendería de saber que la idea contraria es muy popular. Para resaltar el resultado más importante de Rand, repetiré las preguntas (en Introducción) correspondientes:

¿Debo buscar la auto realización o la auto destrucción como la meta de mi vida? ¿Una persona debe perseguir sus valores, sus metas, o debe poner el interés de otros por encima del suyo propio? ¿El objetivo primario del hombre es la búsqueda de la felicidad (y el escape del sufrimiento)? ¿Debe buscar felicidad o auto sacrificio?
Pues bien: Es bueno buscar la felicidad y no el sufrimiento. Es bueno perseguir los propios valores porque los seres humanos son un fin para sí mismos y no un medio para que los otros logren sus propósitos. Es malo sujetar nuestra voluntad de pensar y actuar al deseo y capricho de los demás, llámense 'sociedad', 'nación', 'bien común', 'raza', 'tribu', etc. El individuo no debe rendirse a la masa.

La conclusión derivada de aquí es la radical:

El egoísmo es una virtud y el altruismo inmoral.

Esta conclusión es opuesta a la de Kant. Además polémica, pues comúnmente se asocia el egoísmo con tacañería, indiferencia, atropello, etc. Kant fue quien afirmó que algo es malo cuando es egoísta y que solo el sacrificio es la prueba y sello de la virtud. En la ética del altruismo se basan las ideologías asesinas del comunismo y fascismo, en la idea que el individuo no tiene justificación por sí mismo sino solo como parte de la masa, la idea que un individuo se debe a los otros y que su sacrificio es lo único que lo redime de su supuesta naturaleza de maldad, esa es la idea kantiana es la que predomina en el mundo hoy.

De aquí, las consecuencias:

- ¿Qué espera usted de una sociedad que considera el sacrificio un valor y al beneficio propio algo inmoral?

¡La pobreza! Quien desprecia la riqueza nunca la tendrá, o la perderá.

- ¿Qué se espera de gente que no se ama a sí misma y no confía en sus capacidades?

Falta de empresas, desempleo, etc.

El mundo se rige por ideas, y cada idea tiene consecuencias. Ideas malas tienen consecuencias malas; ideas buenas, consecuencias buenas.
-~o~-
La razón requiere egoísmo. Alguien no puede pensar si pone cualquier cosa por encima de su propia percepción de la realidad. No puede obtener sus conclusiones mientras considere la complacencia del resto como su propio imperativo moral. No se puede usar el cerebro si se rinde a la voluntad de otros y acepta a su prójimo como su dictador y propietario. Los hombres pueden aprender unos de otros, pero no aceptando la sabiduría de otros por medio de la fe, sino comparando, entendiendo, conectando, probando lo que los demás pregonan.
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