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Tuesday, March 15, 2005

Intercambio o Sacrificio

(Política en corto)
Siguiendo con la cadena de consecuencias, se llega a la Política. Mientras la Ética concierne al Hombre como un individuo (esté en una ciudad o en una isla desierta), la Política corresponde a grupos de individuos. En una de las cartas que me han escrito en mis años de defensa del egoísmo, me dijeron:
El buscar el propio bien es comprensible, en ese sentido también soy egoísta; pero, ¿cómo se trata el caso de alguien que busca su propio bien a costa de los demás?
Eso es ya una cuestión política. En la isla desierta no existe eso de "a costa de los demás". Se hace necesario un límite de lo que un hombre puede hacer y, a la vez, el límite que una sociedad (los demás) no ha de traspasar. Este límite está dado en modo preciso por el Derecho:
Derecho es la sanción moral de la libertad de acción del Hombre.
Pero, ¿de dónde sale eso de Derecho? ¿Es un regalo del congreso o es intrínseco al hombre? ¿Es una caridad de Naciones Unidas o le pertenece al hombre por naturaleza? La respuesta de Rand es de nuevo: por la naturaleza del hombre. De este modo, en el Objetivismo se niega a una persona tanto el poder de otorgar como de quitar derechos.

¿Por naturaleza? Sí: Las personas solo pueden vivir por medio de la razón (la producción). Alguien puede ser un productor (y ganarse la vida) o un parásito (como un ladrón o un mendigo) que vive de la producción de otros sin entregar nada a cambio. Pero aún así sigue siendo cierto que la supervivencia está basada en la razón: No se puede mendigar o robar lo que no ha sido producido. Es, pues, imperativo que los que piensan sean libres de los obstáculos de los que no piensan.

La vida y la libertad son dadas al hombre. La vida es su valor principal a sostener, su libertad es lo requerido para ello, el actuar sin la coerción de otros, según el propio juicio, pero respetando este mismo principio en cada uno. Y llevando cada uno las debidas consecuencias. Garantizar esto conduce a un Estado de Derecho. Una clave es dada por el dicho popular: No hagas a otros lo que no quieres que te hagan a ti. Dentro del ámbito del Derecho su libertad es absoluta.

- Las relaciones que se tejen en una sociedad que defiende el interés propio como principio son de tipo comercial: intercambio de bienes y servicios, dar valor por valor, nadie se sacrifica a nadie, como dicen en Ecuador: "dando y dando, pajarito volando". Estas son sociedades individualistas donde nadie exige sacrificios a su vecino.
- En cambio, cuando se valora el sacrificio, las relaciones son del tipo "dar sin recibir" y su contrario "recibir sin dar". Esto conduce en modo causal al colectivismo, donde el individuo se rinde en nombre del "bien común", "la raza", "la patria" o cualquier otra excusa y usted escucha el llamado a "ajustarse el cinturón" (y siempre es el cinturón ajeno, no el propio).

El colectivismo conduce a la descomposición social. El individualismo produce una sociedad libre que renuncia al inicio del uso de la fuerza, y solo acude a ella en retaliación contra los criminales. El criminal que irrespeta a un individuo, se coloca a sí mismo fuera del Derecho y se puede actuar contra él en forma legítima. Y el sistema político apropiado al hombre es aquel que salvaguarda su libertad: El Capitalismo Laissez-Faire.
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"Juro por mi vida y mi amor por ella, que no viviré para nadie ni exigiré a nadie vivir para mí" - Ayn Rand; La Rebelión de Atlas, 1957.
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